miércoles, 2 de mayo de 2012


EL CRISTIANO Y LA POLITICA

"La Religión abarca todas las actividades del hombre y de la mujer, incluyendo la política, enjuidiándola desde el punto de vista de la moral y la ética".  Estas palabras del mensaje de la Conferencia del Episcopado Dominicano para el 27 de Febrero último,  nos dicen que el creyente,  el cristiano,  no puede ser ajeno al momento que estamos viviendo desde nuestra fe y desde el campo político.


Con frecuencia se oye decir: No voy a votar!, para que? Las cosas seguirán igual o peor, porque....esto y lo otro!!.  Esta actitud es una mirada negativa al arte de la política,  que en buen lid debe ocuparse del bien común con justicia y equidad para todos.
La Constitución Dominicana dice que el sugragio "es un derecho fundamental y un deber,  así como la manifestación de la expresión más excelsa de la sabiduría popular junto al respeto de la dignidad humana, la libertad y el Estado de Derecho".


Si queremos defender nuestros derechos, debemos cumplir con nuestro deber. El deber del ciudadano que pertenece a una sociedad concreta en que vive,  desde el punto de vista que nos ocupa, es ejercer el derecho al voto.  De lo contrario,  puede crearse una dicotomía en el desarrollo de la vida.  No ejercer el derecho al voto te priva de exigir el derecho a cuestionar las actitudes de los elegidos en sana democracia.  Estás coartando tu libertad de expresión antes las bonanzas o fracasos de los que van a regir los destinos de la Patria.


Votar, por tanto, es un deber de conciencia.  Es una ocasión en que los votos de los de arriba y de los de abajo tienen el mismo peso y valor.


Como Cristiano o Creyente,  piensa que no todo tiene solución en la política, en lo social, en la economía.  Desde la mirada de la fe, si toda autoridad viene de Dios, como dice San Pablo, es bueno incluir entre los deberes una súplica sincera para que Dios bendiga a este noble pueblo dominicano y nos conceda:


* Ejercer el derecho al voto de forma pacífica y ordenada.
* Hacer un esfuerzo serio y honesto por el bien común.
* Exigir que se cumplan las promesas y se obedezcan la Constitución y las Leyes.
* Y que el pueblo dominicano sea bendecido con los dones divinos de paz, salud y prosperidad.

+ Mons. Amancio Escapa, OCD
Obispo Auxiliar de Santo Domingo
Mayo 2012, Revista Católica Rayo de Luz